Nieves es la madre y abuela de las dos últimas víctimas de género en España y cuenta en 'El programa de Ana Rosa' todos los detalles del terrible suceso. Un hombre asesina a su expareja y a su hija de 11 meses en Santander, pese a tener una orden de alejamiento con cada fallecida y la Guardia Civil estar al corriente de que éste las había incumplido.
La abuela y madre de las fallecidas narra su terrible dolor: "Estoy con mucha rabia, la ley ha vuelto a fallar, es una mierda de ley, para qué las queremos, me he enterado que han matado a otra mujer...".
"Me siento impotente con esta mierda de leyes, hay que cambiarlo... cuántas mujeres y niños tienen que morir para que esto cambie, no lo entenderé nunca y tengo mucha rabia", estalla ante toda la audiencia.
Nieves, que es viuda y acaba de ver cómo han matado a su hija y nieta, sentencia: "Él está en una cama descansando tranquilamente, aunque esté en la cárcel, no le importa nada... es una impotencia tremenda, se lo he dicho a la juez".
La madre de la víctima de género explica el terror que vivió al ver la casa de su hija totalmente destrozada: "Yo entré en la casa, no vi a mi hija ni nieta, salí corriendo de allí, vi la bota y el gorro de mi hija y pensé 'me las ha matado".
Acto seguido, sabiendo que tiene una orden de alejamiento con cada familiar, la madre telefoneó a la expareja de su hija: "Lo llamé, le dije 'por favor, te lo suplico, dime dónde está mi hija y mi nieta, está la casa destrozada, José".
El asesino de su expareja y su hija de 11 meses, contestó a Nieves por teléfono de forma muy dura: "Él me dijo 'yo no sé nada, voy a poner una denuncia".
Nieves detalla que el día de la muerte de su hija, "ella estaba en un restaurante, se enteró de que él estaba en casa y llamó a la Guardia Civil dos veces". Al cabo de unas horas, "la Guardia Civil le dijo que él ya estaba fuera de casa, mi hija pensó que estaba detenido porque él tenía una orden de alejamiento con mi nieta y otra con mi hija, ella confió que estaba detenido".
Tras pensar que los agentes habían detenido a su asesino por incumplir la ley, "ella vino a mi casa a recoger a la niña, me dijo que 'mamá, mañana te la traigo y con el biberón, igual te la tienes que quedar", detalla la madre de la fallecida.
Nieves, rota de dolor, explica que "al día siguiente no llamó, yo llamándola y ella no contestaba...sabía que había pasado algo", algo que hizo saltar todas las alarmas a la entrevistada. Así que se desplazó hasta la casa de su hija, "cogí una piedra, rompí el cristal y entré...".
"Cuando vi aquello, no tenía palabras, estaba todo destrozado, la cuna destrozada, la silla, la cocina, todo, no quedaba nada en pie... luego bajé vi la bota de la niña tirada en la puerta y el gorro de ella, dije 'me las han matado, las han matado", dice con lágrimas en los ojos.
Nieves salió corriendo de ahí y a la hora los agentes encontraron los cadáveres en el domicilio. La madre sabía que su hija había muerto porque "la otra vez me llamó y me dijo 'mamá, estate tranquila, ha pasado esto, estoy en el cuartel pero estate tranquila, luego voy con la niña'... esta vez no me llamó y sabía que había pasado algo".