En sus primeros días en prisión, María Gombau, principal sospechosa del asesinato de sus hijos de 5 meses y 3 años y medio, ha realizado un dibujo lleno de símbolos y emblemas misteriosos. En el centro de la imagen se encuentra un árbol, lo que representa en muchas creencias la vida y la familia. A la izquierda ha escrito los nombres de sus hijos, Amiel y Rachel y a la derecha el suyo y el de su pareja.
Bajo el árbol hay dibujadas largas raíces a las que hace referencia más tarde: "Futuras raíces que tengo que hacer crecer". En la parte inferior escribe: "Nada tiene sentido, nada me importa. Todo es y está". A la izquierda de esta frase anota: "Ni la vida" y a la derecha:"Ni la muerte". Este conjunto está rodeado por una llama, que simboliza la purificación.
Más abajo se encuentran dos dibujos, el símbolo del Dios griego de la salud y la curación y una manzana, que alude al pecado, la sabiduría y la tierra. "El agua, la tierra, la curación", escribe.
En la parte superior derecha se puede leer: "Las alas, el fuego el dolor".
En la parte superior izquierda hay dibujada una molécula y pueden encontrarse escritos dos consejos que parecen ir dirigidos a la propia autora de la imagen. "Respira" y "Deja el tabaco".
María Gombau, la presunta parricida de Godella escribió un carta en sus primeras horas de internamiento en la cárcel de Picassent. La presunta parricida expone una serie de pensamientos enigmáticos y perturbadores que podrían ser interpretados como una confesión del asesinato de sus hijos. "El juicio y el castigo se lo aflige uno mismo", dice en una de esas reflexiones. La carta, que este programa muestra en exclusiva, es un folio dividido en dos partes en las que explica cómo llegar al paraíso. En los cuatro primeros puntos habla de la vida, del pecado, de los padres, los hijos y el sufrimiento:
En la segunda parte, separada por el símbolo de infinito, escribe dos últimas reflexiones:
¿Muestra en esta carta María su arrepentimiento por el presunto asesinato de sus hijos? ¿Es una confesión de lo que ha hecho? De momento, la madre de Godella, sigue siendo la principal sospechosa de los dos crímenes.
El psicólogo forense José Cabrera interpreta el dibujo de la presunta parricida de Godella. "Es una ilustración típica de una persona con psicosis con algunos rasgos paranoides", explica. Cabrera analiza minuciosamente todos los símbolos y la jerarquía de los mismos en el dibujo de María Gombau, la madre que presuntamente mató a sus hijos de cinco meses y tres años en Godella. Además, el psicólogo matiza que la presunta parricida ha tenido una infancia cultivada por los rasgos perfectamente definidos de la escritura.
Todas las incógnitas sin resolver del doble parricidio de Godella