Los investigadores que llevaron el caso de la muerte de Antonio Navarro sospecharon de Maje, su mujer, desde el primer momento ya que notaron una actitud extraña en la viuda, según ha asegurado en el juicio la inspectora jefe del grupo de homicidios de la Policía Nacional: "Durante la declaración me hacen notar que encuentra una actitud extraña en la viuda y que de vez en cuando sollozaba y en cuanto paraba cogía el móvil y estaba todo el rato chateando".
Asegura que al comenzar su declaración, Maje quiso justificar varios aspectos de la relación que mantenía con su marido: "Ella intenta encontrar varias justificaciones al ataque" y un poco más tarde, empieza por primera vez el nombre de Salvador, con el que compartía un romance y el que habría matado a Antonio: "Ella le dice a Salva: '¿qué te pasa? ¿estás bien? me tienes preocupada' y él le dice: 'Al final vas a tener que alejarte un poco de mi porque yo siempre te lo voy a recordar' y le advierte: 'Ayer me dio un bajón bestial y llamé a la policía' a lo que ella reacciona muy nerviosa: 'Salva, Salva, por favor, no hagas locuras'.
Además, en otra conversación con Salvador se puede conocer el posible móvil del crimen: "Cuando ella le dice que ya tienen el nombre y apellidos, le contesta: 'Mira que bien, así cobras antes el seguro" y después de su detención él intenta que la 'Viuda negra de Patraix' no sea vinculada a este suceso: "Él intenta sacar a Maje de la ecuación", pero tras las investigaciones ambos van a ser juzgados por un delito de asesinato, al que se le añade el agravante de parentesco para Maje, la que era la mujer de la víctima en aquel momento.