'El programa de Ana Rosa' tiene acceso, en exclusiva, al testimonio con la única víctima viva de Emilio, apodado como el 'descuartizador de Chapinería'. La entrevistada fue agredida por el asesino tras escucharlo hablar en la habitación de al lado sobre el crimen de Araceli y, además, el acusado mataría momentos más tarde a su suegra Marisa.
La reportera ha acudido al pueblo donde ocurrieron los hechos para hablar con la persona que le alquiló una habitación a Emilio y África: "Puse en alquiler una habitación, me vio y me dijo 'no es para mí, es para mi mujer y yo". Un comentario que sorprendió a la propietaria porque, según cuenta, "minutos después estaban los dos en la plaza con las maletas y fue todo muy rápido".
La propietaria, que convivió con Emilio y África, define a la pareja: "Ella era muy calladita, él se hacía el loco". Además, la entrevistada añade: "La cabecilla era ella, ella era muy fría y él más impulsivo".
En su proceso de describir a los implicados por asesinato, la anónima cuenta haber escuchado a África hablar de su madre, posteriormente asesinada, de forma muy violenta: "Mi madre es una hija de p**, una no sé qué, era ella la que malmetía en todo momento".
Además, reconoce que "ella era la cabeza pensante y él era el encargado de actuar". Por otro lado, en el poco tiempo de convivencia, la propietaria se percató que "ambos tenían problemas con el alcohol, llegaban de trabajar con una bolsa llena de litronas y él tenía problemas también con la cocaína".
La entrevistada confirma que escuchó a la pareja decir que habían "matado a una mujer". La reacción de la entrevistada, según cuenta, fue pensar: "Voy a ser cómplice, así que fui al cuartel". La pareja se encontraba hablando tranquilamente del asesinato en la habitación de al lado y la propietaria escuchó absolutamente todo.
"Decían que él le dio un mal golpe y la mató, intentándole quitar la pensión… así que creo que fue premeditado", explica. Luego, confiesa que "al salir de la habitación les dije ‘no hay buen rollo, quiero que os vayáis".
"Hablaron de echar aguafuerte para limpiar la zona donde habían hecho la cosa, de qué hacían con el cuerpo, porque lo habían intentado quemar pero los huesos no, o algo así", sigue relatando. Además, la propietaria de la vivienda confiesa la petición que le hizo la pareja: "Estaban preocupados por cómo compraban la cal, me pidieron que la comprara yo en Arganda, me lo pidió y le dije que yo no compraba 5 kilos, que no podía con ellos...".
Tras las palabras de ésta, ella confiesa escuchar que dijeron: "¡Pues tírala al río, tírala al río!". Además, empezaron a limpiar todo porque "él, al volver de trabajar, en vez de venir a comer se bajaba para limpiar con aguafuerte".
Una vez que la situación se puso más tensa entre la pareja y ella, la superviviente confiesa que Emilio 'el loco' "me pegó como a un tío, me hizo una brecha en la cara, empecé a sangrar y justo cuando cogí un palo detrás de la puerta vinieron los guardias".
Para terminar, con la voz rota y asustada, explica que Emilio le amenazó de muerte sin ningún pudor: "Me dijo ‘te voy a hacer lo mismo que la de ahí abajo”.