El crimen de Castro Urdiales sigue en investigación. Mari Carmen es la acusada por el asesinato de Jesús Mari, esta mujer entregó a su amiga Ana una caja en la que se suponía que había juguetes sexuales, pero lo que realmente había en su interior era la cabeza de la víctima. Ahora, el Programa de Ana Rosa ha accedido en exclusiva a nuevas declaraciones judiciales dos años después de que todo esto sucediera.
Una de estas declaraciones es la de José María, el marido de Ana, la amiga intima de la presunta asesina. Este hombre es el primero que llega al domicilio cuando la persona que estuvo durante meses custodiando la caja descubre que hay una cabeza de Jesús Mari y no juguetes sexuales. Esta persona ha dado detalles muy esclarecedores de cómo reacciona la presunta asesina cuando se le dice que dentro hay una cabeza. Cuenta que en el mismo momento en el que descubren la cabeza llaman inmediatamente a la policía: "Mi mujer y yo cuando abrimos la caja y apareció el cráneo llamamos a la Guardia Civil".
Relata cómo se comportó la acusada tras descubrir este hecho y que a su mujer le diera un ataque de ansiedad: "Mari Carmen apareció en el pasillo del hospital, me preguntó por mi mujer y le dije: '¿Cómo va a estar? Qué valor tiene para preguntarme esto' No volví a hablar con ella". Y asegura que fue quién cambio la cerradura del piso de Mari Carmen por petición de su mujer y por la hija de la acusada: "Tenía miedo de que la robasen y de que entrase algún familiar de Jesús Mari". Y explica que la relación entre la pareja no pasaba por su mejor momento: "Para mi no, en los últimos días volvieron de Cádiz y no era buena, parecían enfadados".
Otra de las declaraciones a las que el programa ha accedido es la de los agentes de la Guardia Civil que le toman declaración a la presunta asesina, son las primeras personas que están con ella antes de que aparezca la cabeza, cuando presenta la denuncia. Desde aquel momento los agentes sospechan que algo no iba bien: "Le pregunté sobre las fechas de desaparición de Jesús Mari, primero dijo que fue en noviembre y que luego volvió en marzo. Carmen solo dijo que se había ido, que hablaba con el por WhatsApp y que se le había roto el móvil". Pero nunca perdió la compostura delante de los agentes: "No mostró termo de que le entrasen a su domicilio, no me dijo que cambió la cerradura de su domicilio después de la desaparición", algo que desmiente en su declaración el marido de la amiga.