Decenas de llamadas, archivos y correos fueron borradas de los teléfonos de AsuntaAsí lo refleja el informe realizado por los investigadores tras el análisis de los dispositivos móviles de Rosario Porto, Alfonso Basterra y Asunta.
'El programa de Ana Rosa' ha tenido acceso a este informe que también revela que los padres de la menor asesinada desactivaron la geolocalización de sus teléfonos el 18 de julio, coincidiendo con los episodios de sedación de la menor. De esta manera, es imposible saber dónde se encontraban los padres de Asunta cuando ella era sedada.
Rosario ha pedido permiso para ir a varios especialistas y ha solicitado que le cambien la comida en el juzgado
Cuatro meses después de ingresar en prisión, Rosario Porto le ha solicitado al juez permiso para ir al reumatólogo y a realizarse una sesión de acupuntura, permiso que ha sido concedido, según ha revelado Luis Navarro, reportero de 'AR'. Además, durante su estancia en el juzgado el pasado viernes, Rosario Porto se quejó de la comida y solicitó al funcionario que le acompañaba que le comprara un bocadillo.
'AR' tiene acceso a los informes de adopción de Asunta
Tras contraer matrimonio en 1996, Rosario Porto y Alfonso Basterra contraen matrimonio. La pareja quería tener hijos pero tras someterse a unos estudios los médicos les indican que tienen problemas de fertilidad. Inician entonces los trámites para adoptar un niño. 'El programa de Ana Rosa' ha tenido acceso a los informes que realizaron los expertos sobre la pareja. Según los informes, Alfonso Basterra y Rosario Porto tenían una relación estable y un carácter complementario. Basterra era idealista, soñador, reservado e inhibido en los contactos sociales y Porto, abierta, expresiva, sociable y muy atenta con los demás.
Después de los informes psicológicos realizados por los expertos, Rosario Porto y Alfonso Basterra se enfrentaron a varias entrevistas. Ambos se mostraron deseosos de adoptar un hijo al que inculcarle los valores que les dieron sus padres y al que enseñar cómo pasar por este mundo de la mejor manera posible. Ambos deseaban ser padres y manifestaron que le explicarían que era adoptado cuando fuera lo suficientemente mayor como para entenderlo. Aseguraban a los expertos que le darían una educación tolerante y comprensiva con los demás y decían que su llegada les convertiría en mejores personas. Según manifestaron, querían un bebé de entre 6 y 12 meses, sin enfermedades, ni problemas físicos y no les importaba su sexo ni su raza.
Asunta era una niña feliz, según los servicios sociales
Un año después de la adopción, los servicios sociales realizaron un nuevo seguimiento a Asunta Basterra y sus padres. Según el informe, la pequeña matenía un contacto excelente con sus padres y mostraba un gran afecto por sus padrse, abuelos maternos y madrina. La pequeña se integró perfectamente a la guardería, se desarrollaba de forma adeucada, era muy sana y comía muy bien. "Se la observa más tranquila. Con un cambio importante en su aspecto físico. Es muy alegre, entendiendo todo y capta muy bien las órdenes de los adultos."