Con la mirada perdida pero sin rastro de dolor. Esa es la imagen que presenta la madre de Asunta Basterra en las fotografías de la ficha policial. No mira a cámara, tiene los labios apretados, su rostro está desencajado y parece no ser consciente de lo que está sucediendo.
Pendiente del objetivo, sin gafas, con los ojos muy abiertos y aparentemente molesto con la situación que está viviendo. Así aparece Alfonso Basterra en las instantáneas que le tomaron tras ser detenido por el asesinato de su hija el día 28 de septiembre, una semana después del asesinato de la menor.