El asesino de Valga mató a su exmujer, a su excuñada y exsuegra. 'El programa de Ana Rosa' tiene los vídeos de 48 horas antes de cometer el crimen, en la puerta de la casa de la que fuese su pareja y cuenta con todo detalle lo que va a realizar. Además, los audios del implicado tras cometer el crimen.
José Luis deja muy claro en unos vídeos grabados por él cuáles eran sus intenciones. No llegó a publicarlos, pero los tenía guardados en su teléfono móvil y la policía pudo dar con unas pruebas que son fundamentales para delatar al asesino. "Siempre piensan que tienen las de ganar y no es así tampoco", dice sobre las mujeres.
"Resulta que no me abre el portal, no me coge el teléfono y después dice que el malo soy yo", empezaba a narrar en la misma puerta del domicilio de la fallecida. La custodia de los niños es uno de los motivos por el que mató a su expareja: "Bueno, estoy aquí delante... el Jueves Santo, que me tocaban, no me llevó a los niños; el viernes, tampoco; hoy es sábado y tampoco; me tocaban los niños el fin de semana y también se niega a dármelos".
"Tenía que venir mi madre y a mi madre no se los deja, pero a la suya sí", dice cada vez más enfadado, días antes de matar a ambas personas. En el vídeo también sale cómo él cuenta que ha llamado al abogado de su expareja y éste tampoco le da respuesta: "Ve los mensajes y no contesta, no me devuelve las llamadas...". Finalmente, la declaración más dura: "Hombre, al final voy a tener que tomar medidas...".
José Luis Abet, tras cometer el crimen, manda unos audios a un amigo donde confiesa que ha cometido el asesinato de las tres personas: "Yo ya no vuelvo más, pero a esta gente me la he sacado de delante". Luego, pide disculpas por las molestias que causará a su amigo: "Lo siento mucho pero tenía que ser. Te pido perdón por si te van a poner malo a ti, pero a esta gente había que sacarlas de delante".
El asesino continúa dejando claro que ha matado a las víctimas: "Mire, puede hablar con el abogado... pero bueno, a estas tres ya me las quité de delante". Además, es consciente de lo que ha hecho y sus consecuencias: "A partir de hoy voy directo al calabozo y no voy a salir más". "De ser por algo, de ser malo. Me cansé de que me pitorrearan", continúa.
Lo más dura de los audios enviados por el asesino tras el crimen son las palabras, entre risas, donde confisa el crimen: "Se acabó, amigo. Ya maté a las tres (risas). Ya están las tres para enterrar. Ahora no hace falta ni 24 horas ni camello ni ningún". Por último, aclara la identidad de las víctimas: "Están las tres muertas, ella, la madre y la hermana; ahora voy a pasar el resto de mi vida en la cárcel".