Pablo Sierra fue encontrado en el río Guadiana gracias a la labor de la Unidad Canina de la Policía Nacional. 'El programa de Ana Rosa' analiza los detalles de la investigación y aporta todas las informaciones con las que los agentes trabajaron durante la búsqueda del joven universitario.
La hipótesis de la Policía Nacional siempre fue clara: Pablo Sierra habría sufrido un accidente. Una idea que se refuerza tras entrevistar a más de 30 personas, ver las cámaras de seguridad y saber que la sangre del teléfono móvil era del fallecido.
El joven se habría perdido de camino a la residencia, pues las cámaras de seguridad lo captaron andando y desorientado. Se cayó en repetidas ocasiones durante el trayecto, de ahí la sangre. Además, siempre estuvo solo durante el recorrido y sin terceras personas.
Un dato importante en esta hipótesis es que Pablo Sierra tenía la documentación en el bolsillo, lo que descarta la hipótesis de un posible robo.
El reportero del programa, desde Badajoz, informa: "En pleno centro de la ciudad, de madrugada, las cámaras captan todo el recorrido en el que se le ve desorientado y perjudicado... además, no va acompañado por nadie".
"Se cayó en varias ocasiones, tuvo varios tropezones y de ahí la sangre en el móvil... lo que no saben los expertos es cómo acabó en la orilla del río y en el agua", declara el periodista. Además, apunta que hubo un objeto que fue fundamental: "El teléfono móvil, las conversaciones y los movimientos que tuvo durante esas horas, los han tenido en cuenta los investigadores para saber qué pudo pasar".
Un colaborador explica desde plató que Pablo Sierra "era un niño ejemplar y modélico", por lo que los agentes quieren saber a qué se debió esa "pérdida de conciencia". "El estudio toxicológico que se le ha practicado durante la autopsia, fue el pasado viernes, arrojará datos sobre si pudo consumir alguna sustancia que alterase su capacidad para que estuviera en condiciones, de que perdiera la orientación, y llegara a un punto alejado de la residencia".