'El programa de Ana Rosa' informa de todos los datos ocurridos en el suceso en el que un trabajador pega una brutal paliza a su jefe y lo secuestra por temor a ser despedido. José Manuel, primo de la víctima, explica cómo se produjo el suceso y, sobre todo, cómo logró escapar de su agresor en el momento que este hombre salió del coche en una gasolinera.
En la localidad de Canillas de Aceituno, en Málaga, se produjo un suceso insólito. Un peón agrario, de unos 30 años, sabiendo que iba a ser despedido, al terminar su jornada laboral puso en marcha su plan de secuestro. El detenido pidió al jefe que lo acercara a su domicilio en coche, una vez juntos le dio una paliza, se hizo con el control del vehículo y puso rumbo a la autovía hasta llegar a Alicante, zona en la que el secuestrado pudo escapar gracias a que tenía guardada una llave de repuesto en la guantera.
Jose Manuel, sin dar crédito a lo ocurrido, comienza a explicar: "Despedirlo, tampoco lo iba a despedir... simplemente que esa tarde estaba muy nervioso y le dijo que al otro día no vienese a trabajar, que se quedara en su casa descansando". Tras eso, el familiar del secuestrado añade: "El chaval se pensaría que lo iban a despedir, la verdad que no sé por qué le pasó eso por la cabeza...".
Una estrategia totalmente organizada, donde el secuestrador tenía todo planeado sobre cómo raptar a su propio jefe: "Mi primo accedió a llevarlo a casa, el trabajador insistía mucho en que lo llevara... pero cerca de la casa del chaval dijo 'para que voy a orinar', cuando terminó de orinar le pidió que saliera del coche, mi primo le dijo que no se iba a bajar y entonces le pegó un par de puñetazos, lo sacó a la fuerza y en el suelo le dio una paliza buena".
El entrevistado cuenta que su primo "intentó escapar, salió corriendo detrás de él, le volvió a pegar y lo metió en el coche a la fuerza". Tras esto, el familiar aclara: "En principio en el maletero no fue, lo puso en el asiendo de delante". Una vez raptado, el secuestrador y su víctima se metieron en la autovía A-7 sin tener un rumbo fijo: "En ningún momento le dijo a dónde iba, no decía nada, si le preguntaba le pegaba un puñetazo o le agarraba del cuello....". Además, José Manuel añade: "Mi primo tenía miedo porque pensó que si daba un tirón al volante provocaría un accidente y se matarían los dos".
En cuanto a cómo escapó el secuestrado, el familiar de la víctima explica: "Pararon en una gasolinera, mi primo recordó que tenía la llave de repuesto en la guantera... así que, cuando se metió el otro dentro para pagar, mi primo se cambió de asiento y se pudo marchar". Una vez escapado de su secuestrador, "al llegar a la siguiente gasolinera pidió auxilio, llegaron las patrullas y pudieron detenerlo".
En cuanto al secuestrador, el entrevistado dice que "diagnosticado no tiene nada, a las 72 horas de lo de mi primo lo soltaron" y además confiesa que "lo llevaron al hospital, al psiquiatra o algo así, y nada, le dieron el alta. Si le dieron el alta, yo creo que debería estar pagando por lo que ha hecho". Por último, José Manuel sentencia: "Tiene una orden de alejamiento de una chica por una agresión sexual, tiene atemorizados a todos los vecinos... es conflictivo. Tiene una orden de alejamiento con mi primo y de alguna persona más, ahora está asustado. Cuando vaya a trabajar no sabe si este individuo puede aparecer".