'El programa de Ana Rosa' informa de la última hora del crimen de Quintanar del Rey en el que una madre ha matado a sus dos hijas y posteriormente se ha suicidado. La reportera, desde la localidad, y Cruz Morcillo, en plató, cuentan todos los detalles del caso.
La reportera que se encuentra en el pueblo de Cuenca empieza explicando: "Según vamos conociendo varios detalles, parece que esto no fue impulsivo y que fue algo premeditado". Luego, añade los nuevos datos: "Ella no acudió a su puesto de trabajo y un compañero accedió al interior de la vivienda. Fue algo premeditado porque ella de alguna manera quiso facilitar a sus compañeros el acceso a la vivienda porque dejó las llaves a la vista para que las pudiesen coger y acceder".
La periodista cuenta qué fue lo que se encontró el compañero de la asesina al entrar al pabellón en el que estaban todos los cadáveres: "Al entrar, lo que se encontraron fue que en una de las habitaciones estaba el cuerpo sin vida de una de las niñas tendido en la cama y en otra habitación estaba el cuerpo de la otra niña junto a la madre, también sin vida". Además, la reportera detalla: "Las tres llevaban el pijama puesto y hay que determinar en qué momento se cometió el crimen".
La periodista Cruz Moricillo toma la palabra para aportar nuevos datos sobre la madre de las niñas después de pasar todo el día en Quintanar del Rey: "Yo no encontré en todo el pueblo un testimonio que no me hablara de una una forma fría, distante, sin ganas de integrarse, sin ningún problema de cara afuera... pero, de cara adentro era una tortura".
"Ella amenazó en varias ocasiones a su ex con su pistola reglamentaria, le dijo que le iba a denunciar si seguía oponiéndose a lo que ella pretendía hacer", comenta la colaboradora. Luego, Cruz Morcillo apunta: "No parece que hubiera pedido el traslado en firme a Cádiz ni ningún otro sitio, pero sí le había dicho con claridad al padre que ella quería irse de allí y llevarse las niñas con ella".
En cuanto al tema del arma y por qué Santiago no denunció a su mujer, comenta: "Me dicen que el padre de las niñas tenía miedo de que si él lo verbalizaba o denunciaba fuese a más. El padre decía a sus muy íntimos que tenía miedo de que Paola le arruinara la vida, de que terminara denunciando y no pudiera ver y estar con sus hijas".
Por otro lado, sobre si alguien de los guardias civiles que convivían con la presunta asesina eran conscientes de su estado emocional, Cruz Morcillo aclara: "Santiago se lo dijo a sus compañeros, le dijo lo que estaba pasando, le dijo que ella tenía un comportamiento unas veces y luego otro... pero ella no había pedido baja psicológica, decía que estaba en un tratamiento privado y sin dar constancia la cuerpo... por eso, si el cuerpo no tiene constancia es como si no estuvieses enfermo".
"Las niñas querían y estaban casi todo el tiempo en casa de sus abuelos paternos, allí vivía el padre con los abuelos. Es una casa muy grande, es el entorno en el que se han criado las niñas, cuando estaban casados las niñas iban a comer tras el trabajo, se han criado allí y querían seguir en ese entorno", termina diciendo ante la audiencia.