'El programa de Ana Rosa' entrevista a Ana María Canal, hermana de Juana Canal. Jesús el asesino confeso de Juana, declaraba ayer que la golpeó, la descuartizo en la bañera y la enterró en dos maletas en Ávila. La familia de Juana siempre tuvo sospechas de la pareja de ella y de todo lo que ocurrió aquella noche de 2003 en el barrio madrileño de Ciudad Lineal. El registro de una vivienda familiar del entorno del asesino fue el detonante que llevo a los investigadores a saber que pasó aquella noche que acabó con la vida de Juana. La expareja de Juana ha pasado su segundo noche en la cárcel a la espera de la decisión judicial.
La familia de Juana lleva 20 años luchando y valorando hipótesis de lo que pudo pasar aquel día, siempre sospecharon de Jesús, expareja de Juana, y esas sospechas se hacen hoy realidad tras las confesiones del asesino. La noche de febrero de 2003 estará en el recuerdo de la familia y en especial de Ana María Canal que nunca creyó las informaciones dadas: "Siempre tuve ese palpito y esa casi seguridad, yo lo vi muy claro". Una discusión entre ambos pudo ser el detonante que acabó con la vida de Juana y fue su expareja, Jesús, el que dejó una nota explicando lo ocurrido: "Él mismo explicaba en la nota que habían tenido una pelea, los vecinos oyeron los gritos e incluso uno dijo que vio a mi hermana". La familia lucha por intentar pensar en lo positivo el desenlace de la desaparición de Juana: "Intento no pensar en las macabras declaraciones".
La familia agradece todo el apoyo que están recibiendo: "Estamos recibiendo mucho cariño, esto lo hacemos por la justicia y por Juani". La indignación de 20 años de mentiras destroza a la familia que, años después, y tras multitud de versiones tiene la verdad: "Sientes mucha rabia, pero la gente sabe quién ha sido y lo que ha hecho". El día de la celebración del juicio, donde Jesús declare, será el momento donde los jueces tendrán que decidir y sentenciar el asesinato: "Espero que actúen con sentido común".