Un testigo confiesa el trato de Arancha Palomino y Luis Lorenzo a la tía Isabel: "No comía con ellos en el salón y la mandaban al baño del garaje"
"Ella dormía en la cama con las piernas fuera porque no cabía. No podía moverse porque tenía como temblores”
El entrevistado relata que "siempre que le decían algo lo hacían gritando"
El testigo afirma que "ella intentó irse de casa, quiso coger un tren y la pillaron"
‘El programa del verano’ ofrece nuevas declaraciones para aclarar lo que ocurrió en la casa de Arancha Palomino y Luis Lorenzo. Una persona explica con detalle que la abuela no era bien tratada por la pareja.
Las declaraciones
MÁS
Las amenazas del okupa de Villaviciosa y su arsenal de armas al ser desalojado: "Quemo tu casa y mato a tu madre, hijo de puta"
El consejero de Justicia de Madrid, sobre la batalla campal en Alcalá: "Los efectivos policiales tienen que estar dimensionados, el alcalde debió convocar una junta local de seguridad"
Un miembro de los Marco, sobre la guerra con el clan Bocanegra: "El tiroteo estaba predestinado, ir armados y el que levantara una voz..."
El testigo habla sobre un presunto viaje de la pareja: “Fueron a Asturias, se llevaron a Isabel por la noche y la dejaron ahí en la casa de Madrid. Yo el primer finde que la vi estaba contenta. Al tercer día, ya estaba mal”. Después de esto, relata sobre los presuntos tratos hacia la tía: “Siempre que le decían algo se lo decían gritando. Estaban todo el rato gritándola porque no se podía dormir. Ella dormía en la cama con las piernas fuera porque no cabía. No podía moverse porque tenía como temblores”
En adición a esto, esta persona sigue contando datos que ponen en mal lugar al matrimonio: “Le pedía a Arancha y a Luis si le podían dar al menos de comer o ducharse. Ellos decían que no, que ella era mayorcita. No la dejaban comer con ellos en la mesa del salón, comía con nosotros en la cocina”.
La comida de la tía Isabel
El entrevistado cuenta cómo alimentaban a la tía Isabel: “No se podía mover. Yo les decía: ¿Pero no os dais cuenta de que esta señora no puede comer porque está mal? La comida se quedaba ahí hasta el día siguiente”. Asimismo, habla sobre las vejaciones del matrimonio hacia la abuela debido al hedor: “La bajaban al garaje porque decían que cuando tenía diarrea dejaba un olor horrible. Le gritaban: Isabel, todo lo que haces es un desastre. Cómo no se podía vestir por los temblores, se le caía la ropa”.
Por último, el trabajador aporta datos sobre un intento de escape de la tía Isabel: “Me dijo en secreto que se quería ir, que Luis y Arancha eran unos desgraciados y que la estaban trataron muy mal. Estábamos durmiendo, ella intentó irse de casa, quiso coger un tren y la pillaron”.