Desesperada. Así está Isabel 24 horas después de que la justicia española le arrebatara a sus hijos para enviarlos con su padre a México. Desde las 12 de la mañana de ayer, Isabel no tiene contacto con los pequeños y desconoce su paradero. "Llame quién llame su padre no coge el teléfono. No sé dónde están, no sé si le han quitado el teléfono o no tiene batería. Deberían decirme dónde están mis hijos", ha dicho Isabel entre lágrimas.

Isabel está destrozada. No comprende que teniendo la guardia y custodia y habiendo notificado su cambio de domicilio, la justicia le haya quitado a sus tres hijos. "La guardia y custodia me la dieron a mí las autoridades mexicanas y el artículo 11 de la constitución mexicana establece el libre tránsito. Si salgo de México sólo tengo que notificarlo. Cuando vinimos a España lo notifiqué y cuando decidimos quedarnos en España hablé con mis abogados y se notifica al juzgado que está tramitando régimen de visitas y pensión",

Isabel que niega haber incumplido el régimen de visitas, un régimen que se dictó cuando los niños ya vivían en España. "No se había dictado un régimen de visitas, lo dictan cuando ya estamos viviendo aquí y pedimos que se establezca un nuevo régimen de visitas. La jueza dice que lo incumplo pero si nos atenemos al régimen de visitas es el padre el que tiene que venir a buscarlos al domicilio en el que viven conmigo... En México está todo legal pero no sé si los juzgados familiares no tienen comunicación con el secretariado de exterior y como son mexicanos los reclama. Yo hago el mismo llamamiento, pido al ministro de exteriores que me ayude", ha dicho Isabel, que ha insistido en que en los tres años que llevan viviendo en España, el padre de los menores sólo ha pedido ver a los niños en dos ocasiones.

Un día después de perder a sus hijos, Isabel hace un llamamiento al Ministro de Exteriores para que se ponga en contacto con ella y pida ayuda a los consulados. "Ellos tienen la solución", ha dicho Isabel, que lleva tres años luchando por sus hijos. "Él dice que todo lo hago por dinero y yo todo lo he hecho por cubrir las necesidades de mis hijos y por su felicidad", ha dicho Isabel que se queja de que nadie ha escuchado a sus hijos. "Ellos me dijeron que querían vivir aquí. Aquí pueden salir al parque, al fútbol..., en México no puedes, hemos tenido un intento de secuestro", ha explicado Isabel, que ha asegurado que denunció los malos tratos en una institución valenciana en 2010.

Isabel no sabe si volverá a ver a sus hijos

Isabel teme no volver a ver a sus hijos. No sabe dónde están y una vez en México desconoce el lugar en el que vivirán los menores. "Legalmente puedo verlos pero no sé dónde van a vivir", ha dicho Isabel que no sabe si los pequeños regresarán a España. "Un régimen de visitas es ida y vuelta y no hay vuelta", ha explicado Isabel, que cree que finalmente tendrá que viajar a México para intentar encontrar una solución. "Ignacio, mi abogado, está mirando las mil formas, estoy pidiendo ayuda e ideas. Yo creo que voy a tener que ir a México pero no sé cuando porque no tengo poder económico para viajar allí. Estamos poniendo una cuenta para poder allí", ha dicho Isabel que se queja de que ni siquiera su exsuegra, que pasa los veranos en Valencia ha pedido ver a los niños en todo este tiempo.

Isabel se queja de la actuación de la juez

"Nos dijeron que íbamos a hablar con la juez." Isabel cree que la juez les engañó y que todo fue una trampa para ejecutar la sentencia. Isabel se siente desprotegida y ha afirmado que sus hijos fueron sedados para poder llevárselos. "A los pequeños los sedaron y a Joaquín lo agarraron porque se quería escapar", ha dicho Isabel, que se ha quejado nuevamente de que nadie ha escuchado a sus hijos y cree que la jueza ni siquiera se ha leído los informes psicológicos de los menores. "Los niños llevan más de un año yendo a los psicólogos de la seguridad social y el último informe, el del 22 de febrero se aportó pero mis hijos estaban molestando, los consideran extranjeros", ha dicho Isabel.

Pese a su insistencia y a sus intentos para llegar a un acuerdo, nadie ha escuchado a los pequeños. "El Convenio de la Haya dice que lo primero que hay que tener en cuenta es la opinión de los menores, que es lo que yo he pedido. Se ha intentado llegar a un acuerdo, incluso viviendo en México y él dio largas porque se divorció a mis espaldas", ha explicado Isabel, que cree que la jueza se ha quitado un problema de encima.