Un mes después del asesinato de su hijo pequeño, Verónica Chávez ha roto su silencio en 'El programa de Ana Rosa'. La exmujer del parricida de Carabanchel ha relatado el infierno que vivió durante cuatro años al lado de su pareja. "Fueron cuatro años de felicidad y cuatro de infelicidad. Se volvió posesivo, dominante... Cada vez nos entendíamos menos", ha dicho Verónica, que reconoce que a pesar de estar separados decidieron seguir viviendo juntos por el bien de los pequeños. "Tratábamos de llevarnos lo mejor posible."
Sin embargo, la convivencia fue muy difícil para Verónica, que vio como su exmarido intentaba abusar de ella. "Una vez yo me negué y me dio tres puñetazos de la espalda. Otro día estaba bañando a David, hizo un toqueteo morboso, me negué y me cogió del pelo", ha relatado Verónica, que ha recordado como su hijo mayor le pedía que se marcharan. "David me decía que por qué no nos íbamos", ha recordado Verónica, que ha asegurado que su hijo menor era fruto de una violación. "Aprovechó una borrachera de empresa. Por mala suerte o por buena me quedé embarazada de Lucas", ha dicho Verónica, que asegura que le perdonaba porque se arrepentía. "Me pedía perdón y yo lo creía pero las personas que dicen que van a cambiar no cambian", ha dicho Verónica, que llegó a sentirse culpable de que su exmarido estuviera en tratamiento con antidepresivos.
"Nunca me tomé en serio sus amenazas"
Durante cuatro años, Verónica sintió miedo. "Me ha llegado a dar miedo por su actitud y por como reaccionaba", ha relatado Verónica, que tras separarse empezó a recibir mensajes amenazantes. "Me ponía que no me iba a dejar ser feliz, que siempre iba a estar ahí...". Sin embargo, Verónica nunca se tomó en serio las amenazas, ni siquiera cuando eran cara a cara. "En una ocasión, en Málaga, tuvimos un percance y me volví a Madrid Lucas. Me dijo que si tuviera un cuchillo me lo clavaba en el cuello. Decía muchas cosas cuando estaba enfadado pero nunca pensé que iba a hacer eso."
"El día antes me dijo que me tenía preparada una buena"
Un mes antes de que Jorge Diego acuchillara a sus hijos, Verónica abandonó el piso que compartían y se fue a csaa de su hermana. Las amenazas continuaron. "Él quería volver conmigo y yo le decía que no me estaba dando el tiempo necesario. El día antes me dijo que me tenía preparada una buena y ese domingo, cuando vi que no devolvía a los niños y que estaba bebido decidí que iba a denunciarlo."