A las ocho menos diez de la tarde del jueves la tierra volvía a temblar en Granada. En esta ocasión, un seísmo de 4,3 en la escala de Richter sacudía a los granadinos que vivían este último temblor con auténtico pánico.
Una jornada en la que la zona tembló hasta en 42 ocasiones, lo que ha provocado que muchos vecinos no se atrevan a estar dentro de sus hogares y permanezcan en la calle o en polideportivos adaptados por las autoridades.
Desde el pasado sábado el Instituto Geográfico Nacional ha detectado hasta 500 terremotos, todos ellos con epicentro en el barrio de Santa Fe, donde los vecinos viven atemorizados y huyen de sus casas con, literalmente, "lo puesto" y en compañía de sus mascotas.
Cornisas caídas, grietas en los edificios... y pequeños desperfectos incluso en la Alhambra. Los arquitectos municipales se encuentran ya revisando la zona con una población que no sabe si tendrá que volver a pasar la noche al raso.