Un reportero de 'El programa de Ana Rosa' hace de mediador entre un 'inquiokupa' y el dueño de la casa en Tarragona. Juan Carlos le alquiló una habitación a un joven y, tras negarse a pagar, le destrozó el piso y lo llenó de pintadas y basura. Además, el inquilino amenazó a su arrendador en varias ocasiones: "A mí me echas, pero yo te arruino la vida". Según ha contado Juan Carlos, su inquilino tiene armas en la vivienda, además de alcohol y droga con la que podría estar traficando. Por otro lado, asegura haber recibido una agresión por parte del joven.
Mikel Valls, periodista en la vivienda, habla con Juan Carlos sobre cómo ha afectado lo ocurrido a su salud: "Es un inferno tener que aguantar que venga con gente y ponga música a las tantas de la mañana, las amenazas, agresiones... vivo recluido en mi habitación". El hombre asegura haber acudido a los juzgados "para poder presentar una orden de desahucio habitacional".
La vivienda se encuentra en unas condiciones de "insalubridad total", según el propietario. Además, añade: "Por más que intente limpiarla, en 24 horas vuelve a estar destrozada. No hay manera de mantener cualquier cosa que intente sanear de mi hogar". Por otro lado, Juan Carlos declara haber tenido que estar fuera de su casa durante un tiempo hasta que sus amigos le indujeron a "recuperar su hogar".
El periodista consigue que Adrián, el okupa, salga de su habitación para hablar sobre lo sucedido durante los seis meses que lleva viviendo en el piso: "Tengo intención de irme, estoy aquí porque no tengo donde ir, no tengo buena relación con mis padres". El joven asegura que al entrar a vivir en el piso "pagó 400 euros y no había luz". Además, añade: "Puedo aportar un vídeo de cuáles eran las condiciones del piso cuando entré a vivir".
Por otro lado, Adrián confiesa haber realizado las pintadas por toda la vivienda y haber cogido varias cosas de su arrendador: "Cogí el tendedero porque todo me lo quita, entraba en mi habitación a quitarme marihuana". El periodista consigue que ambos protagonistas entren al salón y le pide comprensión al inquilino. Adrián comenta que las pintadas que ocupan las paredes "las hizo con un motivo" y añade: "Este señor ya me ha echado una vez, me avisó otra compañera de piso. Cogió mis cosas mientras estaba trabajando y las dejó fuera". El propietario le acusa de robar todas sus cosas y le echa directamente de su casa.