El hijo de Salvador Perea falleció a los 25 años de cáncer porque no pudo ser operado debido al coronavirus. No se podía operar, las UCI estaban llenas, no había respiradores y su médico llegó a contagiarse hasta en dos ocasiones. El padre, roto de dolor en 'El programa de Ana Rosa', pide a todos los ciudadanos que se pongan la vacuna.
Rubén era un chico de 25 años que falleció de cáncer durante la pandemia. El padre explica lo que ocurrió ante Ana Terradillos: "Duró 8 meses desde que le diagnosticaron el tumor, ya en un estado bastante avanzado, el médico nos programó una operación, nos dio esperanza y fue la ilusión del año que pasamos... (rompe a llorar) pero no pudo ser".
Perea declara ante la presentadora que el médico que trataba a su hijo llegó a infectarse de covid en dos ocasiones: "El doctor Jacobo Cabañas tuvo una infección de coronavirus, al recuperarse acudió como voluntario al hospital de Ifema y allí volvió a infectarse". Luego, pide coherencia a las personas: "El mérito de los sanitarios no podemos valorarlo en su dimensión, debemos tener precaución y hacerles caso".
"Si nos dicen que nos vacunemos, nos vacunamos... mi hijo no tenía otra opción cuando le dijeron que tenía que ir a quimioterapia, ahí no hay otra opción y eso era veneno, pero estaba en juego su vida", dice conmocionado Salvador.
La situación de Madrid durante la pandemia fue caótica, cada día se contagiaban centenares de médicos, la comunidad estaba totalmente cerrada, las ambulancias no se podían desplazar y las UCI se saturaron. Terradillos le pregunta al padre: "¿Usted cree que esa operación hubiese salvado a Rubén?".
El padre responde con la voz temblorosa: "La esperanza es lo que mantiene con vida, es lo último que debe perder el ser humano, si tiene una esperanza debe aferrarse a ella por muy pequeña que sea, con dolor y sufrimiento no llegas a ninguna parte".
Luego, continúa contestando: "Durante 8 meses, el objetivo era esa operación quirúrgica que nos dijeron que iba a salir bien y el equipo era de lo mejorcito... pero no llegamos a tiempo, mi hijo metastasió, todo se complicó y de ser así era imposible entrar en Madrid, estaba todo cerrado, las UCI no podían acoger, las operaciones estaban paradas..."
"No podemos permitir el lujo de esperar durante el covid, la enfermedad no espera", explica Salvador para hacer entender que hay que vacunarse para que los médicos puedan atender a otros enfermos. Por último, "mi hijo llego a un momento que llamó a sus amigos por redes sociales pidiendo que no quería saber nada, no quería ver noticias, que si las UCI están colapsadas, que no hay respiradores, que él necesitaba uno... nos dedicamos a irnos al pueblo, pasear, a querernos... (rompe a llorar)".