Uno de cada cinco casos de cáncer se queda sin diagnosticar por la pandemia, signo de la saturación en las UCIs. El programa ha hablado con Lydia Sainz Maza para explicar la situación por la que pasó su hermana Sonia, que falleció a los 48 años de cáncer en el mes de agosto: "Es una de esas otras victimas del covid, a las que el sistema público de Salud no ha prestado la atención que necesitaban y les ha convertido en pacientes de segunda. Los muertos de cáncer están igual de muertos que los de covid". Y pide que "todos los pacientes tengas acceso a una atención sanitaria de verdad".
Lydia afirma que su hermana ha tenido mala suerte por "tener un cáncer silencioso y que diese la cara en medio de una pandemia", pero que todo lo demás no es mala suerte porque "estuvo tres meses recibiendo atención telefónica y sin una analítica". Además, asegura que su hermana recibió una cita para "marzo de 2021, ocho meses después y también telefónica" y que fue en varias ocasiones a urgencias de diferentes hospitales: "Incluso le recriminaron a mi hermana que hubiera acudido a unas urgencias en mitad del covid porque podía contagiarse a pesar de que ella estaba describiendo unos dolores que no podía soportar, no la exploraron y le mandaron a casa".
Esta mujer asegura que a su hermana la ingresaron finalmente tras mucho insistir el día "13 de julio" y murió "cuatro semanas después", ya que ella se entendió en el hospital que "tenía cáncer de colón y murió allí". Por eso ella reivindica entre lágrimas que "no se pueden hacer diagnósticos certeros por teléfono". Pide una solución: "Los pacientes no covid tienen que volver a ser pacientes como el resto, no pueden ser pacientes de segunda. Nos los estamos dejando en la cuneta y a algunos como a mi hermana en los cementerios" ya que su hermana "pasó tres meses intentando que el sistema público de Salud le atendiese, le decía a su médico que se sentía tratada como un animal y el sistema sanitario de salud le dio la espalda".