Un bar de Sevilla cierra tras 85 años, ahogado por los impuestos: "Les debería dar vergüenza"
Durante el ERTE y confinamiento: "Seguimos pagando los impuestos y nos subieron la cuota de autónomo"
"Son seis familias que se van al paro, te vas con una mano delante y otra atrás, es muy triste"
"En junio empezamos a luchar, pero la situación de aforo, las mesas y la puntilla han sido los horarios... "
Félix Giménez lleva 40 años trabajando en el Bar Manolo de Sevilla, en la plaza de Alfalfa. El local lleva 85 años abierto al servicio de los sevillanos. El hostelero, desolado, ha hablado en 'El programa de Ana Rosa' para anunciar que su mítico y simbólico bar dice adiós, cierran para siempre y se despide de los ciudadanos con todo el dolor de su corazón: "No hemos tenido otra opción".
Los vecinos sevillanos acudieron hasta la emblemática plaza para despedir a los trabajadores entre aplausos. Un emotivo adiós que no cura la herida de los hosteleros: "Son seis familias que se van al paro, te vas con una mano delante y otra atrás, es muy triste".
Félix tiene claro el culpable: los continuos impuestos del Gobierno
El responsable del local confiesa a Ana Rosa que desde que se inició la pandemia ha podido perder "alrededor de unos 60.000 euros". Luego, con la voz rota, y al igual que el conductor de autobuses que pidió al Gobierno paralizar los impuestos, ha declarado: "Hemos tenido que seguir pagando los impuestos, nos han subido la cuota de autónomo, al Gobierno le debería dar vergüenza, hace mucho daño simbólicamente y no recibimos apenas ayudas".
Unas pérdidas irrecuperables, puesto a las pequeñas subidas en las tasas de impuestos se le suma el alquiler del local, la luz y más gastos característicos de un bar de estas circunstancias.
Confirmado: el bar Manolo de Sevilla cierra "para siempre"
Félix confirma que su vida en ese bar se ha acabado "para siempre". Uno de los locales históricos de la capital andaluza se despide entre mensajes y aplausos de sus vecinos. El responsable explica que no hay marcha atrás, que ya no pueden luchar: "Quedan muchos meses para que podamos trabajar con normalidad, con estas restricciones, obligarán al cierre de la hostelería, nadie puede prometerme que esto va a durar cuatro o cinco meses".
El camarero explica que tuvo a todos sus empleados en ERTE hasta el pasado mes de junio y, a partir de ahí, "empezamos a luchar pero claro la situación de aforo, las mesas y la puntilla ha sido los horarios... un establecimiento como este no puede vivir con seis personas en el interior y trabajamos siete".
La brutal caída de turistas a Sevilla y el teletrabajo de las personas ha hecho que las calles estén casi desérticas. Durante el directo apenas habían 10 personas en la plaza, Félix le explica a Ana Rosa que ya se acabó, que todo ha cambiado por completo: "Una cosa es estar desbordado de trabajo y otra es que te falte, hemos pasado del todo a nada en cuestión de segundos"