Ana Rosa Quintana reacciona a un avance científico contra el cáncer: "Yo me ofrezco. Que me pongan una dosis"
Científicos españoles y australianos han descubierto que el ADN humano puede repararse
Tras un jueves intenso a nivel informativo en 'El Programa de Ana Rosa', que ha contado con la primera entrevista en televisión a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, tras el éxito de su partido el pasado 28-M y la convocatoria de elecciones anticipadas por parte de Pedro Sánchez, Joaquín Prat se ha despedido con la que él considera "la noticia del día".
"Sin ciencia no hay futuro. Científicos españoles y australianos han descubierto que el ADN humano puede repararse y que pondría en marcha una maquinaria celular de enzimas antioxidantes que lo permiten. Este es un avance fundamental en, entre otras cosas, la lucha contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y contra el cáncer", comunicaba el presentador.
Nada más escuchar la noticia que daba su compañero, Ana Rosa Quintana reaccionaba: "Yo me ofrezco. Que me pongan una dosis reparadora. Al final, en ciencia es en lo que hay que invertir", decía la presentadora.
Maquinaria celular
Una célula humana típica es metabólicamente activa, porque produce reacciones químicas que convierten los nutrientes en energía y productos útiles que sustentan la vida. Estas reacciones también crean especies reactivas de oxígeno, subproductos peligrosos como el peróxido de hidrógeno que dañan los componentes básicos del ADN de la misma manera que el oxígeno y el agua corroen el metal y forman óxido. Así como los edificios colapsan por el efecto acumulativo del óxido, las especies reactivas de oxígeno amenazan la integridad del genoma.
Se cree que las células equilibran delicadamente sus necesidades energéticas y evitan dañar el ADN al contener la actividad metabólica fuera del núcleo y dentro del citoplasma y las mitocondrias. Las enzimas antioxidantes se implementan para eliminar las especies reactivas de oxígeno en su origen antes de que lleguen al ADN, una estrategia defensiva que protege a los aproximadamente 3 mil millones de nucleótidos de sufrir mutaciones potencialmente catastróficas.