'El programa del verano' analiza la subida de los precios de los alimentos y el desperdicio que se realiza en los hoteles. En época veraniega, los turistas acostumbran a desayunar con el formato buffet en el lugar donde se hospedan, llenar sus platos de alimentos y desgraciadamente no se comen todo lo que han cogido...
La reportera acude hasta el hotel Bahía para mostrar un buffet típico formado por bollería, fruta, tostadas y alimentos calientes cocinados como huevos revueltos, salchichas o bacon. La periodista, mientras se muestran las imágenes, explica: "El año pasado se desechó más de un millón de alimentos en nuestro país. Los hoteles ofrecen mucha comida y claro...".
César Ballesteros, gerente del hotel, explica sobre los alimentos: "No se desecha tanta comida, la mayoría del desperdicio alimentario se produce en los hogares que no aprovechamos los alimentos que tenemos en la nevera y se nos pasa la fecha de caducidad". "El los hoteles sí nos ocurre en periodo vacacional, las familias tienden a cargar el plato a ver qué va a querer comer el niño, le voy a poner un montón de cositas y ver qué me come...", apunta.
"En vacaciones la gente está más relajada, los desayunos son más copiosos... pero no hay tanto desperdicio alimenticio", insiste el gerente. Además, el representante del hotel explica que "intentamos aprovechar todos los alimentos, por ejemplo si la fruta se pone madura intentamos hacer macedonia, hacemos zumos... estas cosas sirven para ir reciclando los productos y que no se estropeen".
"Tenemos más desperdicio cuando llenan el plato, no se lo comen y se arrepienten. Es decir, cuando los clientes comen con los ojos", apunta Ballesteros. Luego, el gerente añade: "Todos pecamos, las personas mayores son más comedidas y no dejan nada en los platos. Los pequeños es porque las madres insisten en que tienen que comer mucho los niños".
Por último, César Ballesteros pide prudencia a todas las personas que van a los hoteles: "Que los clientes sean responsables, no solo con los alimentos. En la ducha estar tres horas no es necesario, con la electricidad... hay que ayudar a no hacer mucho desperdicio y comer con la cabeza".