Rosa Peral y Albert continúan en el juicio por la muerte de Pedro, pareja de Rosa, del cual ambos son sospechosos de acabar con su vida. Rosa, durante la reconstrucción, dejó claro que no vio sangre: “No tuve que limpiar sangre, porque no la he visto”. Si hubieran visto o tocado sangre sería muy difícil creer en su inocencia. Ambos son Mossos por lo que saben que decir y que no decir. Para Albert por su parte, no habla de sangre ni nada parecido, sino que el coche explotó y para él fue como una riña de pareja. El problema de esto es que la hija de Rosa dice haber visto a su madre manchada de sangre, algo que Rosa ha negado rápidamente: “Me vería con sangre porque los perros se habían peleado, estoy segura de que solo me vería con olor a lejía”.