Domingo 13 de enero. Los investigadores ya tienen en el punto de mira a Raúl Díaz por la muerte de su mujer en Lanzarote. Solo unos minutos antes de ser detenido, el presunto asesino llama a su primo policía para contarle que se encontró a Romina muerta en el baño y todos los detalles de cómo quemó el cuerpo de su mujer en la barbacoa antes de deshacerse de él.
El detenido asegura que tras una fuerte discusión salió de su casa y al regresar se encontró el cuerpo de la paraguaya sin vida en el cuarto de baño. Raúl empieza a relatar su versión de lo que sucedió esa noche y cuenta que tanto él como Romina consumieron muchas drogas y alcohol antes de discutir. Relata que él se marcha de la casa y al volver se encuentra a Romina sin vida en el cuerpo de casa. Tras intentar reanimarla, según su versión, se asusta y decide deshacerse del cadáver quemándolo en la barbacoa.
Raúl cuenta a su familiar que decide no llamar a la policía y que incluso un vecino le alertó por si tenía un incendio en su casa. Tras una noche, continúa con su plan para deshacerse del cuerpo de la paraguaya arrojando bolsas por distintos días durante cuatro días.
La conversación es estremecedora (algunos detalles demasiado escabrosos han sido omitidos) y todo queda grabado. Tan solo unos minutos después de la llamada, Raúl Díaz es detenido.
Primo: ¿Qué pasa tío?
Raúl: Pues eso, uff qué...
Primo: ¿Tuvisteis una bronca y se te fue de las manos?
Raúl: Que no, que no, que no... yo es que no sé si contártelo a ti, te va a perjudicar... porque...
Primo: No, no, no...
Raúl: Entenderás que esta conversación está siendo grabada, seguro. Pues, eh.. yo estaba dormido. Después del colocón de varios días...
Primo: ¿Eso fue el 31 o el 1?
Raúl: La noche del 31 al 1... Ella también se había metido de todo... Vuelve a la carga con que necesita dinero. Que lo quiere ya, que lo quiere ya... eh... y con gritos y con voces sobre todo. Cojo la mochila donde yo tenía la documentación, las llaves del trabajo y cosas personales... y ella hace para quitármela. Yo se la cojo, se la quito, me la cojo y me voy. Me voy de casa... Vuelvo a casa y me la encuentro en vez de en la habitación en el cuarto de baño de arriba como sentada o caída o algo así. Y me asusto y miro a ver... eh... no respira. La intento reanimar. Ehhh... está más muerta que muerta. Me asusté muchísimo.
Raúl: Con el estado que tenía yo lo que menos hago es pensar... e intento hacer desaparecer el cadáver, primero con la barbacoa... me tiro todo el día quemando a todo trapo, que la barbacoa esta se te pone 350 grados y cuando yo no podía estar delante porque no podía aguantar esa situación me iba para adentro y seguía bebiendo. Salía para vigilar un poco que eso no estuviera completamente descontrolado. Ya por la tarde un vecino me llama a la puerta diciéndome que tengo un incendio, le digo que no.
Raúl: Meto la barbacoa dentro de la zona de la lavadora y me pongo a coger bolsas y meter todo en bolsas e intentando que caiga lo menos posible al suelo. El día 2 por la tarde alquilo un coche y el día 3 al 4 tiro una parte de lo que estaba prácticamente quemado.
Raúl: Me volvió a llamar la familia. Ya tengo que seguir mintiendo, hice el paripé de si alguien la había visto en el sitio donde ella había trabajado.
Sosa cáustica, palomitas y alcohol: la compra que Raúl hizo antes de deshacerse del cadáver de Romina