Aunque su paso por la voz la ha convertido en una estrella, Maika era ya una auténtica estrella entre el público británico e irlandés de Salou. "Canté un día en un karaoke inglés y el dueño me dijo que hiciera una prueba. Empezaron a venir y cada verano la gente vuelve a verme y pregunta donde toco cada noche", ha explicado la artista.