Pese a todo lo que ha pasado en el entorno de Paloma Cuevas y Enrique Ponce en las últimas semanas, la que fuese pareja del torero siguió el ritual que llevaba haciendo cuando este tenía una corrida en los casi 25 años que han estado juntos. El diestro tuvo la misma llamada que recibía siempre de Paloma para desearle suerte antes de la primera corrida que tuvo en Osuna tras meses sin torear, la única diferencia es que esta vez no le estaría esperando ella en el hotel, en la grada estaba su nueva novia, Ana Soria.
Y es que la relación entre Ana y Enrique cada vez va mejor y cada día llegan imágenes de ambos juntos, las últimas en el cumpleaños de un amigo de ella, pero no todo son buenas noticias. Mientras transcurría la faena de ayer por la tarde y Ana Soria lo veía desde la grada el toro daba un toque de atención a Ponce, al entrar a matar en el primero sufría un amago de cornada en su brazo que, finalmente, terminaría en un susto para Ana como puede verse en las imágenes y para el propio torero.
Y es que después de todo lo ocurrido Ana contestó a la prensa cómo se encontraba el diestro: “Afortunadamente todo bien”, una realidad que pudo verse un poco más tarde con la pareja junto a amigos de la mano por las calle, aunque el seguimiento de la prensa no le hizo mucha gracia a Ponce.