Los padres de Manuel, jubilados y con una renta mínima, tienen que seguir pagando el alquiler de la vivienda okupada en Lavapiés para no peder la renta antigua. Los okupas aprovecharon unos días de ausencia en el verano pasado para entrar en el piso y ahora tienen que esperar a que se haga efectivo el desalojo. Además, Manuel explica cómo sucedió la agresión y asegura que los okupas trafican con droga en el interior del edificio.