El intento de golpe de estado cumple 40 años desde que Antonio Tejero entrara armado en el corazón político de todos los españoles. Cuatro décadas después, José Bono, que estaba sentado en el Congreso, confiesa en 'El programa de Ana Rosa', cómo vivió aquella cita histórica y cómo cambió su vida.
La mañana del 23 de febrero ha comenzado con un discurso de Ana Rosa sobre el golpe de estado, el emérito y la ausencia de los portados independentistas al acto. Sin embargo, ha terminado con la presentadora analizando las imágenes de Echenique pasando de largo ante Felipe VI en el homenaje realizado en el Congreso.
"Yo era el último de la fila, el secretario cuarto del Congreso de los Diputados", explica Bono sobre su presencia en el hemiciclo. Además, el político añade: "Me correspondió estar en la primera fila de la contemplación de la historia y ahora miro con el orgullo de que el pueblo español supo superar las diferencias y transitar de una dictadura a una democracia en un clima que resulta emocionante".
"Os estaba escuchando hablar y me venía a la memoria cómo fuimos tan duros con Adolfo Suárez, recuerdo que hasta Guerra lo llamó 'tahúr del Mississipi", dice resignado mirando a cámara.
"Pues el 'tahúr del Mississipi' se quedó sentado en su escaño, se levantó y con él estaba el honor nacional, la defensa de la Ley, la Constitución... a partir de ese día muchos de los presentes quedamos vacunados contra el odio político", dice orgulloso de cómo actuó el presidente en el golpe de estado.
Sin embargo, Bono da un tirón de orejas a todos los políticos de ahora: "Se pueden tener discrepancias, defender con firmeza lo que cada uno cree y siente, pero demonizar al adversario viendo esas imágenes de cómo se defendió la libertad... Oiga, esta fue una vacuna de la que quizá ahora haya que poner una segunda dosis a los que tienen una mayor capacidad de olvido de esta historia".
"El 23 de febrero había cumplido 30 años, estaba recién casado, mi mujer estaba embarazada y la niña Amelia dejó de moverse ese día en su vientre por el miedo", dice con delicadeza a Ana Rosa. Luego, José Bono confiesa la emotiva historia de su progenitor: "Mi padre el pobre, que vivía solo en el pueblo porque era viudo, había sido alcalde con Franco 17 años de un pueblo de 500 habitantes...".
"A los dos meses del 23F murió mi padre en un accidente y me llevó la Guardia Civil los objetos encontrados en el coche del accidente, me los dieron con el cuerpo allí presente, y me quedé helado cuando vi un carnet de la UGT", dice emocionado Bono.
"Lo miro con sorpresa y mi tío Andrés me dijo que mi padre y él se fueron al día siguiente del golpe se fueron a afiliarse a la UGT y al PSOE, no le ha dado tiempo a decírtelo y me repetía mucho 'qué engañado me han tenido estos sinvergüenzas con lo que decían que era amar a la patria", termina la historia.
Bono se pronuncia sobre la ausencia del emérito en el homenaje y su papel hace 40 años: "Es lo lógico, él ya estuvo el 23F y una vez producido el golpe su actuación fue esencial para que el golpe fracasara, muchos españoles sentimos la cercanía del rey en ese momento". "Él se puso de parte de su pueblo y eso España entera se lo reconoció", confirma ante la audiencia.
Sin embargo, sobre la última etapa del emérito, Bono matiza: "Ahora sería extravagante que estuviera porque la etapa final de su vida ha sido extravagante, ha fastidiado su biografía".
"Me parece que se equivocan, algunos grupos secesionistas catalanes están convencidos de que la libertad de la que hoy gozamos no viene de la Constitución, lo que es un error, si no hubiera Constitución no habría estatutos de Cataluña, si hubiese triunfado Tejero que sepan que no tendrían estatutos", explica.
"La libertad de la que gozan los catalanes viene de la libertad que conseguimos los españoles, creo que el estar presente hubiese sido un acto de generosidad e inteligencia", finaliza sobre este tema.