La vacuna contra el coronavirus debe ser inyectada a las personas de las residencias y sanitarios. Sin embargo, el alcalde de la localidad catalana de Riudoms ha hecho caso omiso de las directrices del Gobierno y se ha puesto una dosis cuando iba dirigida para el personal de una residencia del pueblo que dirige.
Verónica Fumanal ha sido la que ha anunciado la noticia durante el directo: "En un pueblo de tierras del Ebro estaba produciéndose la vacunación de una residencia, con personas con discapacidad, y el alcalde decidió que una de las vacunas iba a ser para él".
Sergi Pedret es el alcalde y tiene 37 años. El político ha aprovechado su cargo para reservar una inyección que iba dirigida para una residencia de ancianos porque, según se excusa el protagonista, "sobraba".
La periodista explica que el político pertenece a Junts per Catalunya, el partido de Laura Borrás y Puigdemont. Los colaboradores no daban crédito e, incluso, han dado más detalles: "Decía que no quería que se malgastara porque se iba a a echar a perder, lo peor de todo es que lo dijo delante de todos los concejales".