El camarero que encontró el cadáver de un cliente colgado de un árbol en Sevilla: "El asesino me pidió una bolsa y al volver se reía"
El dueño del bar vio cómo el fallecido y el asesino fueron juntos a desayunar, se marcharon y sobre las 11:30 horas regresó el detenido
"Estuvo todo el día bebiendo cerveza tranquilamente, sonriendo, charlando con la gente... luego se reía, estaba tranquilo y como si pasara nada"
"A las seis se acercó y me dijo que había matado a Chicho, que le había puesto una bolsa en la cabeza, que lo había amarrado y dado con una piedra... subimos arriba y vimos el cadáver en el árbol"
'El programa de Ana Rosa' entrevista en directo a la persona que se encontró a un cadáver colgado de un árbol en Alcalá de Guadaíra, Sevilla. El testigo es el dueño del bar, vio cómo la víctima y asesino desayunaron juntos en su establecimiento y una hora después regresó el autor jactándose de haber matado a su amigo.
Dimas es el dueño del bar donde solía ir Chicho, el fallecido, y Fernando, autor de los hechos. El entrevistado comenta sobre el día del crimen: "Llegaron sobre las 08:00 horas de la mañana, estuvieron desayunando juntos en el bar y sobre las 10:30 horas se fueron... antes de irse me pidieron una bolsa para meter unos zapatos y se fueron para arriba".
El dueño del bar confiesa que el crimen y la puesta en escena se realizó en tan solo una hora: "Él volvió solo a las 11:30 horas y estuvo todo el día bebiendo cerveza tranquilamente, sonriendo, charlando con la gente...". Sin embargo, la alarma se encendió cuando el autor realiza la confesión, entre bromas, al camarero: "A las seis de la tarde, se acercó a mi primo y a mí, que estábamos recogiendo y barriendo la terraza, ahí nos dijo que había matado a Chicho, que le había puesto una bolsa en la cabeza, que lo había amarrado, que le había dado con una piedra en la cabeza y que lo había matado".
El autor del crimen, tras confesar el hecho en un estado de embriaguez alto, empezó a disimular: "Luego se reía, decía que era mentira y que si era verdad... nosotros no nos quedamos tranquilos, subimos arriba y vimos el cadáver en el árbol. Al bajar al bar, Fernando se fue corriendo". Un hecho que deja al dueño del bar sin palabras: "Es que él estuvo todo el día tranquilo, como si no hubiese pasado nada"
Por último, Dimas apunta sobre el crimen: "Cuando llegamos, Chicho ya estaba muerto. Él estaba atado, con un agujero en la cabeza de haberle pegado con una piedra... como si fuese víctima de un cártel de México". Además, declara: "El asesino vivía con la víctima, tenían una chabola y vivían juntos. No se veía nada raro entre ellos, a Fernando lo he vito venir a comer, nunca lo vi agresivo y no sé por qué lo ha hecho".