"Le hicieron creer que todos eramos el mal, el consulado, nosotros...", cuenta Noelia Bru, prima de Patricia Aguilar y portavoz de la familia. "No tenía ni teléfono ni ordenador, todo lo destuyó Steven. Estaba incomunicada y a cargo de cuatro niños. Las dos ocasiones en las que dijo que se marchaba, una, la encerró con candado y otro la amenazó con pagarlo con los pequeños. Ha habido palizas con latigos, brutalidad... este tipo es un peligro".