La impunidad que hacía que los narcos de La Línea pudiesen guardar sus narcolanchas en lo que se ha pasado a conocer como "guarderías" a escasos metros de la playa ya es historia. Desde que se enviaron refuerzos policiales desde Madrid, las cosas han cambiado. Un contacto que conoce de primera mano el mundo del narcotráfico habla de las intenciones de los narcos y la nueva forma de usar las narcolanchas.
Asegura que cambiar las rutas de los alijos no ha sido suficiente para evitar ser descubiertos y por eso tienen ahora las narcolanchas en el agua las 24 horas del día moviéndose continuamente. Para eso, necesitan más combustible y víveres y llegan a pagar hasta 7.000 euros a los que transportan víveres y combustible a las narcolanchas. Este programa graba la detención de una embarcación tras hacer este suministro.