Está claro que los fallecidos por coronavirus son más de los que las cifras oficiales reflejan y los expertos epidemiológicos llevan tiempo advirtiendo de que no se está contabilizando como se debiera y esto es algo común en todos los países. En nuestro país, la estadística está condicionada a la falta de test, ya que no se cuentan como víctimas a aquellas personas que fallecen en sus domicilios o en residencias en las que no se les había hecho la prueba.