Un equipo de investigación de 'El programa del verano' recorre la ciudad de Barcelona para comprobar cómo es la vida de los 'menas' (menores extranjeros no acompañados) en la ciudad condal. Los reporteros graban a un grupo de menores que al darse cuenta se dirigen hacia ellos y amenazan con romper la cámara. Cinco agentes de los Mossos d'Esquadra intervienen para proteger a los periodistas.
Posteriormente, los periodistas comprueban cómo los menores continúan operando durante altas horas de la madrugada con un único objetivo: robar a los turistas que se dirigen a las discotecas en la zona del puerto. Tras actuar de noche, los 'menas' duermen de día a la intemperie arropados por cartones y gracias a la ayuda de algunas parroquias. Después de la la tensión y las amenazas vividas por parte de ellos, el programa habla con los voluntarios que ayudan a estos menores. Una voluntaria asegura que son protegidos por mafias y terminan delinquiendo o prostituyéndose. "No piensan en el futuro, solo en mañana", comenta.
Pello es el párroco de la Iglesia de Santa Ana, el cual abre todas las mañanas su Iglesia para que todos aquellos ‘menas’ que viven y duermen en la calle tengan un sitio donde poder descansar. Muchos de estos jóvenes se escapan de los centros o son echados de allí una vez que alcanzan la mayoría de edad. “Estamos ante un fenómeno muy complejo y radical, y se necesita una ayuda organizada para mejorar esta situación”, declara el párroco, el cual habla de que algunos son ‘menas’, otros migrantes y otros son de los que han pedido asilo internacional y al no ser aprobado viven en las calles de Barcelona.