Ya está aprobado el anteproyecto de la Ley que se conoce como la Ley del ‘solo el sí es sí”, una ley que ha provocado algunos enfrentamientos entre PSOE y Unidas Podemos. Si no hay un sí explícito en una relación, según la Ley de libertad sexual, se puede estar cometiendo un delito. Si no hay permiso, se produciría una agresión sexual.
La ministra Irene Montero ha explicado en qué consistiría ese consentimiento, que no tiene que ser verbal. Con la nueva ley de libertad sexual, se elimina la diferencia entre abuso y agresión sexual. Todo se consideraría agresión sexual, a menos que haya penetración, que sería un delito de violación.
En el texto se recogen nuevos delitos sexuales, como el matrimonio forzado, la mutilación genital, la transmisión voluntaria de enfermedades infecciosas, el acoso ocasional en bares, calles, conciertos o fiestas o los piropos si la víctima los denuncia.
Ante la denuncia, la Ley fija penas que pueden ir desde la localización permanente del denunciado a trabajos comunitarios o una multa. Las penas varían de 1 a 4 años de cárcel en las agresiones sexuales y entre 4 y 10 en las violaciones, aunque hay dos agravantes que puedan aumentar las penas hasta los 15 años, que el agresor sea pareja o expareja o que se administren sustancias que pueda anular la voluntad de la víctima.