Antonio Arroyo, considerado el peor estafador hipotecario de España, se enfrenta este miércoles a su primer juicio por, supuestamente, quedarse con 350 casas de familias, según la Policía. Arroyo buscaba aquellas personas que necesitaban el dinero o familias desesperadas previamente endeudadas para concederles el préstamo y a los pocos días desaparecía y así cobrar mucho más a sus clientes.