La relación de los Quer comenzó a tambalearse con la desaparición de Diana Quer, un golpe inasumible que situó en el foco mediático a una familia y sus desencuentros. El 22 de agosto de 2016 desapareció Diana Quer, pero días antes su hermana Valeria fue ingresada en un hospital gallego en dos ocasiones. El hospital advirtió a los juzgados de la posible situación en riesgo de una menor.
A partir de ese momento comenzó una batalla por la custodia de la hermana de Diana Quer. El padre ganó la custodia de su hija, “una custodia que llegó muy tarde”, en palabras del padre. Juan Carlos Quer solicitó además una orden de alejamiento y la prohibición de comunicación entre madre e hija, pero la jueza lo desestimó. Sin embargo, el matrimonio roto ha seguido protagonizando batallas legales.