Lúgubre y tétrico. Así es el bunker rosa desde el que se maneja el negocio de la droga en la Cañada Real y en el que los reporteros de 'AR' se han quedado atrapados mientras la policía permanece en el exterior. En silencio y rodeados de toxicómanos permanecen en el interior, donde empiezan a sospechar de ellos.