Noventa policías urbanos vigilan la playa de la Barceloneta para evitar la venta ambulante. No siempre lo consiguen. 'El programa del verano' comprueba cómo trabajan estos vendedores. Al ver a la policía esconden la mercancía en cualquier lugar porque si son interceptados por la policía deben hacer frente a multas de 250 euros que nunca se pagan.