Tras diez minutos de trabajo en el Monte Gurugú, el ejército aparece en la zona y con ellos un agente de la policía secreta marroquí. Inmediatamente quitan la cámara a nuestros reporteros, visionan las imágenes y se llevan al equipo detenido. Ya en comisaría, los investigadores borran las imágenes captadas por nuestro equipo.