Los vecinos de la Barceloneta conviven a diario con las fiestas y las borracheras de los turistas. "Vomitan y orinan en las calles", dicen los vecinos, que se quejan del comportamiento de estos turistas, que según una concejala no pueden adquirir alcohol después de las 23.00 h. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Los vendedores callejeros proliferan en la Barceloneta.