Los hombres de Tolo Curscah, el mayor empresario de ocio nocturno de Palma de Mallorca, extorsionaban, daban palizas y acosaban a los clientes de la competencia . El objetivo, que los jóvenes no entrasen en los locales que no fuesen propiedad del “dueño” de la noche mallorquina y todos fueran a sus discotecas. 'El programa de Ana Rosa' muestra en exclusiva las imágenes de estas polémicas actuaciones.