Desde que saltara la noticia de que Rosa, la cuidadora una anciana de 70 años que residía en un piso de Leganés, pudo saberse que estaba de okupa en el piso de la mujer que había fallecido, había mandado que la incinerasen y todo esto sin informar a la familia y poniendo los servicios a su nombre. Tras esto se quedaba dentro de la casa en la que trabajaba y no deja entrar a la familia ni a recoger las cosas de la fallecida, por todo esto los vecinos del municipio madrileño han salido a la calle para intentar presionar a la mujer y que abandone la vivienda. La hija, que estaba ingresada por coronavirus, se ha encontrado con esta situación y ha contactado con Dani Esteve, de la empresa Desokupa, para que le ayude a conseguir la casa de su madre.
Este llegaba hoy en directo al portal del edificio y estas eran las negociaciones con el abogado de la okupa para llegar a un acuerdo y que ahora intentaba alargar la fecha de salida: "El barrio se está calentando y se va a cabrear. No le vamos a dejar estar hasta el día 1 de octubre, le entrega la posesión ahora, durante el día de hoy. Yo ahora subo a hablar con ella, me va a escuchar, le voy a comunicar que tengo autorización a control de acceso y que si no sale ahora será en 48 horas. El 1 de octubre desde luego que no". Estas palabras tenía Dani con el abogado y explicaba esto a la prensa antes de subir a hablar con la okupa al piso: "Es increíble que lo que pida para salir de esa negociación es que la familia se retracte en la acusación de que han incinerado a su madre. Que salga y que se largue, no pedimos otra cosa, me parece de muy poca vergüenza que me llame para decirme que Rosa sale el 1 de octubre y no, sale hoy o sale mañana. Ha pedido 15.000 euros a la familia".
A la llegada de Rosana, la hija de la fallecida, se escuchan aplausos de apoyo y le preguntan sobre estos actos a el dueño de la empresa de desokupación: "Me parece muy bien que un barrio apoye a una vecina o a la familia de una difunta vecina". Tras esto, la hija ha declarado a la prensa por el momento que está pasando: "Todo son sospechas, pero tendrá que justificarlas y que los jueces decidan. Voy a llegar hasta el final, tiene que pagar por lo que ha hecho, que la justicia lo decida cuando entregue las pruebas". Estas eran las últimas palabras que decía antes de subir al piso junto a Dani Esteve para intentar que la okupa abandone la casa y poder recuperar su hogar, sus recuerdos y poder seguir adelante con la investigación de lo que ha sucedido con su madre.
Después de casi una hora hablando con la okupa, Rosana y Dani aparecían de nuevo en el portal del edificio para contar cómo había ido la negociación: "El lunes a las 12 del mediodía entregan las llaves, recogen sus cosas y con protección policial se les acompañará a otra sitio. Esta situación es muy incomoda para ella, no lo quiere vivir cada día, se le ha hecho grande". Han afirmado que no se le dará ningún tipo de dinero para el desalojo y la hija de Pilar ha afirmado que está muy contenta y muy satisfecha con todo