María Paz, una anciana entrañable, ha sido una de las víctimas de la oleada de robos que asola el barrio de Sant Antoni, en Barcelona. Cuenta que estaba haciendo ganchillo en su casa cuando un ladrón irrumpió en la vivienda y se golpeó contra una puerta de cristal en su huida, dejándose una riñonera con unas llaves de un coche en su interior. Al despedirse, le ha dedicado un "guapis" a Ana Rosa Quintana que ha provocado la carcajada de todos sus colaboradores. Joaquín Prat ha ido más allá y se ha despedida de los tertulianos con la misma expresión.