El periodista Gorka Landaburu fue víctima de un atentado de ETA. Una carta bomba le destrizó las manos y le provocó la pérdida de visbilidad de un ojo. "ETA me destrozó las manos y me dejó ciego, pero se equivocaron por no cortarme la lengua. Les dije que me quedaría en el País Vasco hasta que llegara la paz y la paz ha llegado. Hemos ganado", dice.