La reapertura de los negocios de hostelería ha empezado y ha acabado para algunos en el mismo día. Es el caso de 'La Frontera', un bar de Santander que este lunes ha cerrado sus puertas tras ser intervenido por la Policía Local de la capital cántabra por incumplir todas las normas estipuladas para las terrazas en la fase 1 de la desescalada.
Ahora, el empresario Juan Carlos Salas ha reconocido públicamente que la situación se le fue de las manos y pide perdón públicamente a clientes y amigos.
Como consecuencia del cierre de este establecimiento, otro bar se vio afectado por la irresponsabilidad de los clientes, que se dirigieron en "manada" a otro bar cercano.
'El Programa de Ana Rosa' ha podido hablar con Sami, dueña de este segundo establecimiento que se vio obligada a llamar a la policía para solicitar ayuda y ahora solo atiende bajo cita previa para evitar que se repita la complicada situación que vivió en su negocio: "Me encontré con una avalancha de gente y tuve que llamar a la policía para que me ayudasen a desalojar la terraza porque yo sola no podía. Ayer no pude abrir, me pasé el día llorando al ver la irresponsabilidad de la gente", ha relatado.