España es uno de los países donde más clínicas de fertilidad existen, alrededor de 400. El tratamiento puede costar entre 1.000 y 20.000 euros en función del número de intentos para quedarse embarazada, incluido el tratamiento y el seguimiento del embarazo.
Ante esta situación, algunos hombres tratan de beneficiarse ofreciendo su semen a cambio de sexo gratis o cobrando pequeñas cantidades por muestras de su semen; otros dicen que lo hacen de forma altruista para ayudar a mujeres que quieren quedarse embarazadas o parejas. Esos donantes ilegales no ofrecen ninguna clase de garantías, lo que puede llevar graves riesgos de contraer enfermedades.
En internet hay muchas ofertas de estos sementales que prometen desaparecer una vez alcanzado el objetivo. "Lo hago porque me da morbo", dice uno de estos hombres que asegura que tiene tres hijos y está casado. Una periodista de investigación queda con uno de estos "donantes". Cuenta que tiene una experiencia de 7 veces anteriores: "No cobro ni nada, solo por placer y ayuda". "Sería quedar en tus días fértiles y tener sexo", explica otro de estos aprovechados por teléfono.
Existen otros que se ofrecen como un servicio de pago para dejar embarazadas a alguna mujer. Un hombre intenta vender su forma desinteresada de ofrecer sus servicios: “Mi mujer no puede quedarse embarazada, pues que las demás personas que pueden tenerlo, puedan tenerlo”. En este caso, el hombre ofrecería el semen en un bote, con un contrato donde él se desligará de todo lo que tiene que ver con el niño y además presenta unos análisis del 2017. Todo esto es ilegal y muy peligroso debido a que los análisis no son actuales y nadie te asegura que el semen del bote sea de este hombre. Una práctica ilegal que parece estar volviéndose un nuevo negocio.