La incorporación de la mujer en la mercado laboral no ha sido en igualdad de condiciones. Los últimos estudios concluyen que a las mujeres se las llama un 30% menos para entrevistas de trabajo, incluso con el mismo currículum.
Para comprobarlo, este programa se apunta a una conocida web de búsquedas de trabajo. Lo hace con dos perfiles idénticos: misma edad, misma formación académica y misma experiencia laboral. Los perfiles solo se diferencian en una cosa: uno es masculino, Raúl, y otro femenino, Raquel.
Los dos aspirantes tienen 36 años, una edad de plenitud laboral para un hombre, pero que para una mujer podría significar que está cerca del límite para ser madre. Según el observatorio social de 'La Caixa' cuando una mujer envía un curriculum vitae las posibilidades de que reciba una respuesta son del 7,7% por el 10,4% de posibilidades que tiene un hombre. Si tienen hijos, las posibilidades de que llamen a la mujer baja 1 punto porcentual, hasta el 6,6%, mientras que en el caso masculino apenas desciende 6 décimas. El estudio precisa, también, que el perfil más castigado por el paro es el de una mujer mayor de 45 años y con educación secundaria.
Un equipo de investigación de este programa hace una selección de ofertas de trabajo de nivel medio y manda las candidaturas de los dos perfiles marcando las mismas opciones, dando las mismas respuestas a las preguntas de la convocatoria y ofrece una disponibilidad total e inmediata.
A los pocos días, uno de los perfiles recibe una llamada de una empresa interesada y según pasan los días los dos perfiles van siendo rechazados en distintas ofertas de trabajo, tanto el masculino como el femenino. Con dos perfiles idénticos en edad, formación y experiencia, el chico ha recibido 5 ofertas de trabajo por 1 de la chica. ¿Por qué estos procesos de selección de personal siguen castigando a las mujeres?