El jueves a las 10:30 de la mañana una grúa levantará la losa de 1.500 kilos bajo la que descansan los restos de Franco. En las labores asistirán 22 familiares, pero solo 2 estarán presentes en el momento concreto de la exhumación, junto a la ministra de Justicia, un forense, hasta 6 operarios y el subsecretario de Presidencia.
La extracción del féretro estará protegida por una carpa con techo. Las labores se realizarán sin cámara y a puerta cerrada y los teléfonos móviles están prohibidos. El traslado se hará por aire con dos helicópteros Puma aunque dependerá de la situación de la climatología. Los nietos llevarán el ataúd a hombros hasta los helicópteros o los coches fúnebres. En el paseo no habrá ningún tipo de honores ni la bandera de España.
Los restos de Franco reposarán en el panteón del cementerio de Mingorrubio de El Pardo, de titularidad pública y en el que el Gobierno ha invertido 39.800 euros en acondicionarlo. La ceremonia será íntima y será conducida por el prior Cantera, del Valle de los Caídos, y el sacerdote Ramón Tejero, hijo del responsable del golpe de Estado del 23F.