La batalla judicial que mantienen Kiko Rivera y Jessica Bueno por la custodia del pequeño Francisco está a punto de llegar a su fin. Durante cuatro horas, Kiko y Jessica han permanecido en el interior del juzgado de Eibar, donde la modelo vivió con Jota Peleteiro un año.
A la salida del juzgado, Kiko salía visiblemente enfadado mientras que Jessica y su marido salían tranquilos y sonrientes. Año y medio después de que el juez estableciera las medidas provisionales y estableciera la custodia compartida, el dj ha sufrido un duro revés judicial.
Según ha confirmado Beatriz Cortázar en primicia, la situación del menor podría cambiar radicalmente ya que el fiscal ha aprobado la petición de la madre y el pequeño Francisco, que este año empezará el colegio, se vaya a vivir a Londres junto a su madre que sigue jugando en la capital británica.